Tras el “paréntesis” navideño en nuestras salidas provocado por la
coincidencia en domingo de los días 25 y 1, llegó el momento de retomar la
actividad para intentar “paliar” en parte los excesos gastronómicos de las
fiestas navideñas, y para ello nos hemos juntado en la Plaza Mayor a la hora de
siempre un buen grupo compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Jose "el
Mara", David, Horacio, Alberto, Rafa y Juan Carlos, el Presi de la U. C.
Villa del Prado.
Con algún gradito por debajo de cero, lo mejor que podíamos hacer era
intentar “entrar en calor” lo antes posible, para lo que como es habitual
durante el invierno, no hay “mejor medicina” que “tirar p’arriba”, así que con
esa intención pusimos rumbo norte para tras pasar junto a las instalaciones de
la piscina municipal tomar el antiguo camino de Villa del Prado a San Martín de
Valdeiglesias, por el que subimos a buen ritmo buscando los rayos de sol para
combatir el frío mañanero.
Al llegar al alto y tras reagruparnos tras la subida, continuamos con dirección
hacia la Cañada de Talavera, aunque algo más adelante cambiamos de idea para
girar a la izquierda y tomar un cortafuegos por el que con algunos “sube-baja”
llegamos hasta el arroyo del Bodegón, donde por si aún no habíamos “calentado”
comenzaba el “muro” de la jornada, una subida por el cortafuegos por la ladera
del Cerro Otanejo llegando en algunos tramos al 32% de inclinación donde aunque
Juan Carlos y Rafa subieron sobre la bici un buen tramo, finalmente todos
tuvimos que poner pie a tierra ante la imposibilidad de subir ese “paredón”.
Haciendo “empuja-bike” llegamos a la cima del cerro, desde donde nos
dirigimos hacia la pista asfaltada de la Cañada de Talavera girando a la
derecha para bajar unos metros por la misma y girar a la izquierda para bajar
de nuevo por un cortafuegos que nos llevó a incorporarnos al camino de La
Fuenfría, que tomamos con dirección hacia San Martín de Valdeiglesias llegando
hasta la carretera M-541 y cruzando la misma para continuar por el camino de La
Fuenfría durante un kilómetro hasta desviarnos a la izquierda para tomar un
bonito camino-sendero entre los pinos que nos llevó hasta el "Alto de
Castillejos".
Continuamos desde allí recorriendo un bonito camino entre los pinos hasta
salir al camino de Maroñones, donde giramos a la derecha para bajar unos metros
por el mismo hasta desviarnos a la izquierda para realizar unas “labores de
investigación” tomando un sendero por el que entre los tomillos bajamos hasta
la zona de las “Casas del Canto del Corzo” enlazando allí con un camino por el
que ascendimos durante unos metros hasta llegar a la carretera N-403.
Atravesamos la carretera y continuamos ascendiendo por el camino hasta
llegar a el alto del cerro Peña Caballera, donde al solecito y con las vistas
del valle del arroyo del Boquerón hicimos la “parada barrita” de la jornada
además de la foto de grupo.
Tras reponer fuerzas, reanudamos la marcha bajando durante unos metros por
un sendero hasta encontrarnos “de bruces” con una valla, lo que nos obligó a
volver sobre nuestras rodadas subiendo de nuevo hasta donde habíamos hecho la
“parada barrita” para desde allí tomar otro camino que posteriormente se
convertiría en sendero y después en trialera por la que realizamos un técnico y
divertido descenso que nos llevó hasta la vía pecuaria del arroyo del Boquerón.
Decidimos ya poner rumbo de regreso al pueblo, para lo que tomamos la vía
pecuaria con dirección ascendente hasta llegar a la carretera M-542, que
cruzamos para tomar un sendero por el que pasamos junto a la laguna del
manantial del Andrinoso, tomando a continuación durante unos metros la
carretera N-403 hasta enlazar con la pista asfaltada que lleva hasta la Cañada
de Talavera, donde decidimos alargar la ruta un poco más.
Allí David abandonó el grupo dado que ya se le hacía tarde, y se marchó ya
para el pueblo, aunque algo más tarde llamó por teléfono ya que se había
perdido con lo que finalmente llegó al pueblo más tarde que nosotros.
El resto del grupo pasamos las bicis sobre una valla para incorporarnos a
un camino-cortafuegos y después un sendero por el que llegamos hasta la laguna
del Pozo Alcornocoso, desde donde comenzaba un nuevo ascenso entre los pinos
hasta llegar a la Cañada de Talavera.
Ya en la pista asfaltada de la Cañada, decidimos hacer a la inversa los
rampones del cortafuegos del cerro Otanejo que habíamos subido al inicio de la
ruta para lo que nos incorporamos al cortafuegos y realizamos un rápido
descenso por el mismo hasta llegar de nuevo al arroyo del Bodegón y continuando
después por el cortafuegos hasta enlazar con el camino de San Martín del
Valdeiglesias.
Antes de afrontar el descenso final hasta el pueblo nos desviamos a la
izquierda para tras pasar una puerta, tomar el camino que recorre la ladera del
cerro Lucía pasando por una explotación ganadera abandonada y enlazar con el
antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, recorriendo unos
metros por el mismo hasta desviarnos a la derecha tomando el divertido
senderito que lleva hasta detrás del depósito del agua de Villa del Prado y
continuando desde allí hasta el pueblo.
Aunque la mañana empezó muy fría, poco a poco el ambiente fue mejorando, lo
que unido a la “ruta calefacción” realizada (33 kilómetros con casi 1.000
metros de desnivel acumulado) ha hecho que únicamente pasáramos frío al
principio, disfrutando después de una estupenda mañana para las épocas de año
en que estamos, siendo conscientes de que el mes de enero suele ser lo mas
“duro” del año climatológicamente hablando.
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