Ya llegó una nueva jornada
dominical, y después de la ruta del domingo pasado esta vez dispuestos a
recorrer "nuestros dominios" nos hemos juntado en la Plaza Mayor a la
hora de siempre Eltiolavara, Horacio, Perejil, Noesperoanadie, Jose "el
Mara" y Rafa por el Club, uniéndose también al grupo Juanra
"Molina".
Mientras debatíamos hacia donde
encaminar nuestras pedaladas, Perejil "se ofreció voluntario" a
invitar a unas cervecitas después de la ruta con motivo de su pasado cumpleaños,
con lo cual planificamos un recorrido en el que estar pronto de vuelta y
"tomarle la palabra".
Como siempre, tras unos minutos
de cortesía por si aparecía alguno más, comenzamos nuestra ruta saliendo de la
Plaza Mayor hacia el sur, para desviarnos después y tomar el antiguo trazado
del ferrocarril Madrid-Almorox para ir calentando las piernas.
Llegamos hasta la carretera que
va a la ermita de La Poveda, donde giramos a nuestra izquierda para rodar unos
metros por la misma y girar posteriormente a la derecha para tomar un camino
que nos llevó hasta la carretera M-507, la cual cruzamos para continuar por el
camino del Molino de Rodeles enlazando después con el sendero-camino que
discurre por detrás del Safari Park hasta salir a la carretera de Picadas.
Nos incorporamos a la carretera
con dirección a la presa, realizando a buen ritmo el ascenso y posterior
descenso, para recorrer toda la vía verde hasta el final, donde junto al enorme
pino que allí hay hicimos una breve "parada barrita".
Tras unos minutillos de relax,
reanudamos la marcha tomando el senderito que bordea el cerro del Cubo,
continuando después por el camino que discurre en paralelo a la carretera
M-501, y pasando por debajo de la misma para bordear por un sendero el pueblo
de Pelayos de la Presa.
De nuevo pasamos bajo la
carretera M-501 para continuar rodando por un camino paralelo por el que
llegamos hasta la carretera M-541, incorporándonos a la misma durante unos
metros para comenzar así la "parte ascendente" de la ruta.
Tras rodar unos metros por la
carretera, nos desviamos a la derecha para tomar un camino-sendero paralelo a
la carretera donde en continuo ascenso y haciendo frente a alguna buena rampita
llegamos hasta un establo abandonado, donde hicimos una breve parada para
"tomar aire" y hacernos la fotito de grupo de la jornada.
Retomamos la marcha y continuamos
ascendiendo hasta salir de nuevo a la carretera M-541, rodando menos de un
kilómetros por la misma hasta desviarnos a la izquierda para tomar el camino de
Valdenoches y seguir con el ascenso a la sombra de los pinos por la ladera del alto
de la Mira para bajar a continuación hasta la cañada de Talavera.
Y ya que estábamos puestos, para
"no dejar de subir", cruzamos la cañada de Talavera y "molinillo
en ristre" nos pusimos a darlo todo subiendo por el cortafuegos que
asciende hacia el cerro de la Puebla, dándonos unos segundillos de respiro al
coronar.
Proseguimos después con unos
metros de descenso hasta tomar un camino que transcurre por la ladera del cerro
Corrales hasta salir al cortafuegos que baja desde el vértice geodésico que hay
en su cima, por el que enlazamos con el camino de San Martín de Valdeiglesias a
Villa del Prado.
Antes de afrontar el descenso
final hasta el pueblo por el camino de San Martín, nos desviamos a la izquierda
para tras pasar una puerta, tomar el camino que discurre por la ladera del
cerro Lucía pasando por una explotación ganadera abandonada y enlazar así con
el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos.
Tras recorrer unos metros el
camino, nos desviamos a la derecha para tomar el divertido senderito que lleva
hasta detrás de los depósitos del agua, desde donde bajamos sanos y salvos
hasta el pueblo.
Y tal como habíamos planeado al
inicio de la ruta, después de recorrer cerca de cuarenta kilómetros en una
mañana con una temperatura ideal y que ha tenido todo tipo de terrenos estábamos
de vuelta en el pueblo alrededor de las 12,30, la hora justa para tomarnos unas
cervecitas, que cayeron "en honor" de Perejil y Juanra.
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