lunes, 27 de abril de 2015

Domingo 26 de abril de 2015 (Agua, agua, y más agua)



Parece que ha vuelto el invierno durante este fin de semana, teniendo que sacar de nuevo del armario el maillot largo, la chaqueta, las botas.... y el chubasquero!!!. Como no podía ser de otra manera tal como ha amanecido la mañana, ha habido "deserción masiva", juntándonos en la Plaza Mayor a la hora de siempre únicamente "tres chalaos", dos fijos (Eltiolavara y Rafa) y otro que empieza a serlo (Transcastro).
Cayendo alguna que otra gota iniciamos nuestra ruta, abandonando la Plaza Mayor para poner rumbo noroeste tomando el camino de San Martín, previendo que "se iba a liar" de un momento a otro por lo negro que se veían los montes.
Juntitos y de charla realizamos el ascenso, aunque al llegar a la puerta de arriba tuvimos que sacar el chubasquero del bolsillo porque la cosa empezaba a ponerse un poco seria y la lluvia ya era "más que un chispeao".
Ya "plastificaos", reanudamos el ascenso mientras cada vez llovía más y más. Llegamos hasta la Cañada de Talavera y la cruzamos para continuar hacia San Martín por el cortafuegos, que por suerte no estaba muy pegajoso aunque costaba algo más de lo normal.
Bajamos a continuación hasta la carretera M-541, la cual cruzamos para enseguida tomar un nuevo senderito escondido e inédito por el que bajamos entre los tomillos y los pinos hasta enlazar con el sendero que viene desde la carretera M-541 y al que nos incorporamos girando a la izquierda para continuar entre los pinos hasta llegar a una pequeña explanada, donde junto a un abrevadero y aprovechando que había parado de llover, nos quitamos el chubasquero e hicimos la "parada barrita" de la jornada.
Reanudamos la marcha tras unos minutos, continuando por otro caminito entre los pinos para dirigirnos hacia la trialera que baja desde la antena del "Canto del Guarro", y que se encontraba en mejor estado que la última vez, bajando por ella para después enlazar con un bonito tramo de senderos por el que llegamos hasta las cercanías de la carretera M-501.
La cosa empezó de nuevo a ponerse negra, y tuvimos que sacar otra vez el chubasquero, mientras dábamos la razón a las previsiones meteorológicas que decían que a partir de las doce iba a caer "la mundial", así que decidimos que lo mejor sería poner rumbo de regreso al pueblo.
Giramos a nuestra derecha y tomamos un camino que discurre en paralelo a la carretera M-501 y por el que llegamos hasta las cercanías de Pelayos de la Presa junto a la rotonda, ascendiendo unos metros entre los pinos para por una puerta salir a la carretera M-541 y bajar unos metros por ella hasta desviarnos a la derecha para continuar bordeando la carretera M-501 hasta pasar por debajo de ella por un puente para dirigirnos hacia el pueblo y tomar un tramo de senderos y posteriormente una calle para pasar de nuevo por debajo de la carretera por otro puente evitando así pasar por la finca de los rumanos y tener que saltar la puerta.
Bajo la lluvia continuamos rodando en paralelo a la carretera M-501 por un sendero por el que llegamos hasta el pinar del arroyo de las Labores, subiendo después por un camino hasta salir a la pista asfaltada de la depuradora, donde estuvimos durante unos instantes debatiendo sobre si continuar ascendiendo por la pista o bajar hasta la vía verde de Picadas.
Finalmente, ante "el miedito" que nos dio el pensar en cómo estaría de barro la subida de "las eses", decidimos irnos a lo fácil y bajar por la pista hasta la depuradora, para enlazar allí con la vía verde de Picadas.
Tomamos la vía verde y enseguida Eltiolavara se puso en cabeza "a tirar" del trío mientras cada vez llovía más, llevándonos "con la lengua fuera" hasta la presa. Realizamos después el ascenso y posterior descenso por la carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino de detrás del Safari Park, mientras seguía cayendo agua "a mares" y veíamos como el cielo estaba "cerrado" por todos lados a los que miráramos.
Continuamos hasta llegar a la carretera M-507 a la altura de "El Rececho", donde cruzamos la misma para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y dejarnos las últimas fuerzas pedaleando contra el viento y el agua que nos daban de cara hasta llegar al pueblo.
En esta jornada "pasada por agua", hemos hecho una buena rutilla de unos 42 kilómetros, recorriendo unos nuevos senderos por los que no habíamos pasado antes, y sorprendidos de que a pesar de llegar al pueblo llenos de barro, empapados y con los pies haciendo "chof-chof" dentro de las botas, Trascastro no se arrepentía de haber salido. ¡¡Bienvenido al grupo de "los chalaos"!!.
El próximo domingo, más. (Esperemos que sin lluvia).


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