martes, 7 de abril de 2015

Domingo 5 de abril de 2015 (Desgastando las torrijas)




Después del rutón del domingo pasado, hoy de nuevo tocaba recorrer "nuestros dominios", y para eso en una mañana con algo de fresquito al principio y para "bajar las torrijas" nos hemos reunido a la hora de siempre en la Plaza Mayor Eltiolavara, Horacio, Perejil, Rafa y Kike (de los Kike's de toda la vida) dispuestos a disfrutar de una nueva mañana de bici.
Tras deliberar hacia donde "nos llevarían los vientos", decidimos ir a Rozas de Puerto Real, que hacía algún tiempo que lo teníamos en mente. Con ese destino salimos del pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias, dejando a nuestra izquierda el monte Gurugú, donde ya había gente entrenando para la prueba del Open de Madrid que se iba a disputar durante la mañana.
Con Eltiolavara poniendo un buen ritmo comenzamos a ascender entrando rápido en calor, mientras nos dimos cuenta que por detrás nuestra subían corriendo dos "runners", Paco "el Máquina" y Edu, que en esta jornada habían cambiado la bici por las zapatillas de correr.
Tras unos "tiras y aflojas", nos dieron caza y nos adelantaron en la puerta de arriba, aunque luego en el alto nos reagrupamos todos para charlar un poco y tomar un poco de aire. Mientras los demás charlábamos, Kike "hacía el tigre" dejando a un lado del camino "los 200 gramos" del desayuno, así que cuando estuvo listo para reanudar la marcha, proseguimos ruta despidiéndonos de Paco y Edu, que continuaron su recorrido en otra dirección.
Llegamos a la Cañada de Talavera y giramos a nuestra izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada para a continuación bajar hasta la carretera N-403, a la que nos incorporamos durante unos pocos metros hasta desviarnos a la izquierda para dirigirnos hacia la laguna del Manantial del Andrinoso, que bordeamos para dirigirnos hacia la carretera M-541, cruzando la misma para tomar la vía Pecuaria del arroyo del Boquerón, por la que a buen ritmo bajamos hasta la urbanización "El Mirador de Cadalso", junto a la carretera M-542.
Cruzamos la carretera y en una pequeña explanadita hicimos la primera "parada barrita" de la jornada, reanudando la marcha minutos después por el camino que discurre en paralelo al arroyo del Tórtolas hasta desviarnos a la derecha para hacer frente al "ascenso de la jornada" por un sendero-trialera muy técnico por el que subiendo por la ladera llegamos hasta la urbanización de Entrepinos.
Tras reagruparnos a la sombrita de un árbol, continuamos la marcha transitando por unas calles de la urbanización hasta enlazar con un camino que nos llevó hasta las cercanías de Rozas de Puerto Real, haciendo una nueva parada para hacernos la fotito de grupo de la jornada junto al helipuerto de Rozas.
Decidimos a continuación entrar al pueblo para reponer agua, aunque la fuente que vimos no sabía desde hacía tiempo lo que era el agua. Preguntamos a una señora donde "repostar", a lo que amablemente nos invitó a acompañarla hasta la puerta de su casa, donde tras unos segundos de espera se presentó con un par de jarras de agua fresquita.¡¡¡MIL GRACIAS, SEÑORA!!!.
Tras rellenar las botijas y agradecer a la señora su amable gesto, volvimos sobre nuestros pasos para dirigirnos hacia el cementerio de Rozas, donde nos desviamos a la izquierda para tomar el antiguo camino de Las Rozas a Cadalso, por el que descendimos hasta el arroyo Grande, teniendo que hacer frente a continuación a un buen cuestón de subida hasta la carretera M-507.
Retomamos aire durante unos minutos junto a la carretera y continuamos la marcha tomando un camino a nuestra izquierda y a continuación un bonito sendero entre los pinos por el que descendimos hasta las cercanías del Arroyo Tórtolas, continuando después con un nuevo ascenso hasta llegar a Cadalso de los Vidrios, donde bordeamos el pueblo por unos senderos entre los pinos y rodando algunos tramos por lanchas de piedra.
Enlazamos a continuación con otro camino a la sombra de los pinos por el que rodamos por la ladera de "La Nava del Cerro" y a continuación descendimos hasta la vía pecuaria del arroyo del Boquerón, recorriendo en sentido inverso lo que habíamos hecho al principio hasta llegar a la laguna del manantial del Andrinoso y después tomando la carretera N-403 hasta enlazar con la Cañada de Talavera, tomando después el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias con dirección hacia Villa del Prado.
Antes de comenzar el descenso final hasta el pueblo, como pensamos que seguramente estaría todavía celebrándose la carrera del Open, para evitar meternos en el circuito de la carrera tomamos el camino de discurre por la ladera del cerro Lucía y enlazar así con el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos, por el que bajamos hasta el pueblo (todos menos Perejil, que como es habitual hizo caso omiso de las indicaciones y seguro que terminó en medio de la carrera).
Al llegar al pueblo, nos dirigimos hacia la piscina, donde Eltiolavara nos invitó a una merecida cervecita después de habernos hecho casi 46 kilómetros con un perfil a tener en cuenta y en una mañana de auténtico lujo aunque con algo de fresquito al principio.



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