lunes, 16 de marzo de 2015

Domingo 15 de marzo de 2015 (Vuelve el fresquito)



Ya está aquí un nuevo domingo, y por tanto una nueva jornada de bici en la que a la hora de siempre nos hemos reunido en la Plaza Mayor Eltiolavara, Jose, Transcastro, Noesperoanadie, Manolo Beades, Javichy, Horacio y Rafa por el Club, uniéndose a nosotros "los Caracoles" Jorge y Javi, además de Kike (de los Kike's de toda la vida).
Como habíamos hablado entre semana en el grupo de Whatsapp, había previsto hacer una ruta "de exploración" por la vega del río Alberche, para lo que abandonamos el pueblo por la carretera M-540 para a continuación desviarnos a la derecha e incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que rodamos a buen ritmo con bastante fresquito (algunos parecía que tenían prisa o sería por entrar pronto en calor).
Llegamos hasta la finca "La Blanca" y giramos a la izquierda para dirigirnos hacia la carretera M-540 y cruzarla para tomar un camino y a continuación un sendero por el que bordeamos por detrás el poblado de "El Alamín", continuando después por lo que hace años era un camino y ahora es el lindero de una viña hasta salir al camino de Montrueque (Las Migueras), por el que llegamos hasta el río Alberche.
Comenzamos entonces a "remontar el río" rodando por el camino de La Pontera de Las Migueras, que transcurre en paralelo al mismo y por el que llegamos hasta lo que en el pueblo se conoce como "El Charco", y donde el arroyo Arrofresno desemboca en el río Alberche.
Nos incorporamos entonces a un camino que discurre por "la chopera", aunque en este momento todos los chopos que había estaban talados y amontonados hasta llegar a "La Casa del Agua", donde nos internamos en otra chopera (ésta vez con chopos), en la que cada uno de nosotros podía elegir entre hacer sendero o "empuja-bike", y por la que continuamos remontando el río.
Tras el tramo "silvestre", salimos a "Los Cinco Sotos", cruzando el arroyo de Los Parrales y comenzando por fin un tramo de camino "en condiciones" hasta salir de nuevo a otra chopera recién plantada, por la que siguiendo las rodadas de un choche llegamos (entre bote y bote) a enlazar con otro tramo de camino por el que contando incluso con la compañía de un jabalí llegamos hasta la Ermita de La Poveda.
Terminado el tramo de exploración, comenzamos entonces a realizar una "ruta normal", tomando el camino de La Poveda hasta llegar junto a la carretera M-507, donde hicimos una parada de reagrupamiento y de paso tratar de solucionar una avería mecánica de Noesperoanadie.
La avería no tenía arreglo con los medios de que disponíamos, así que Noesperoanadie abandonó el grupo para volver al pueblo por la carretera uniéndose a él Javichy, mientras el resto del grupo reanudamos la marcha cruzando la carretera para dirigirnos hacia la urbanización de Carreta Quebrada (Picadas).
Tomamos la carretera que va hacia la presa, pasando por encima del muro de la misma y parando un poco más adelante, en la subestación eléctrica, a realizar la "parada barrita" de la jornada.
Tras reponer fuerzas y hacernos la fotito de la jornada, continuamos la marcha rodando a buen ritmo por la vía verde con dirección a la cola del embalse, donde al llegar junto a la depuradora comenzamos a ascender por la pista asfaltada.
A mitad del ascenso, abandonamos el asfalto para desviarnos a la izquierda pasando una barrera y continuar ascendiendo por la "loma de las Labores" hasta llegar a una torre de vigilancia de incendios, desde donde realizamos un corto descenso hasta salir de nuevo a la pista asfaltada, por la que continuamos ascendiendo durante unos metros hasta llegar a lo que hace años fue un vertedero del que por suerte no quedan rastros.
Bajamos desde allí hasta la laguna que forma el arroyo de Las Labores, donde nos incorporamos a la Cañada de Talavera para continuar ascendiendo por la misma hasta desviarnos a la izquierda para tomar un camino entre los pinos por el que ascender hasta otro camino que tomamos a nuestra izquierda y que bordeando el cerro Rojo nos llevó hasta el camino de Pelayos a Villa del Prado.
Comenzamos el descenso final hacia Villa del Prado desviándonos posteriormente a la derecha para tomar el senderito que va hacia el depósito del agua, pasando tras él para por otro sendero entre los tomillos salir de nuevo al camino de Pelayos a Villa del Prado, no sin que antes Horacio cogiera "la liebre del día" en éste último tramo, aunque por suerte sin consecuencias (sólo chapa y pintura).
En una bonita mañana aunque bastante más fresquita que la del domingo anterior, nos hemos marcado una rutilla "mitad clásica-mitad exploración" en la que hemos recorrido casi 50 kilómetros, como siempre, compartiendo buen rollo y pasándolo bien.
El próximo domingo, más!!!
 


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