Ya está aquí un nuevo domingo, y por tanto una nueva
jornada de bici en la que a la hora de siempre nos hemos reunido en la Plaza
Mayor Eltiolavara, Jose, Transcastro, Noesperoanadie, Manolo Beades, Javichy,
Horacio y Rafa por el Club, uniéndose a nosotros "los Caracoles" Jorge
y Javi, además de Kike (de los Kike's de toda la vida).
Como habíamos hablado entre semana en el grupo de
Whatsapp, había previsto hacer una ruta "de exploración" por la vega
del río Alberche, para lo que abandonamos el pueblo por la carretera M-540 para
a continuación desviarnos a la derecha e incorporarnos al antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox, por el que rodamos a buen ritmo con bastante
fresquito (algunos parecía que tenían prisa o sería por entrar pronto en calor).
Llegamos hasta la finca "La Blanca" y
giramos a la izquierda para dirigirnos hacia la carretera M-540 y cruzarla para
tomar un camino y a continuación un sendero por el que bordeamos por detrás el
poblado de "El Alamín", continuando después por lo que hace años era
un camino y ahora es el lindero de una viña hasta salir al camino de Montrueque
(Las Migueras), por el que llegamos hasta el río Alberche.
Comenzamos entonces a "remontar el río"
rodando por el camino de La Pontera de Las Migueras, que transcurre en paralelo
al mismo y por el que llegamos hasta lo que en el pueblo se conoce como
"El Charco", y donde el arroyo Arrofresno desemboca en el río
Alberche.
Nos incorporamos entonces a un camino que discurre por
"la chopera", aunque en este momento todos los chopos que había
estaban talados y amontonados hasta llegar a "La Casa del Agua",
donde nos internamos en otra chopera (ésta vez con chopos), en la que cada uno
de nosotros podía elegir entre hacer sendero o "empuja-bike", y por
la que continuamos remontando el río.
Tras el tramo "silvestre", salimos a
"Los Cinco Sotos", cruzando el arroyo de Los Parrales y comenzando por
fin un tramo de camino "en condiciones" hasta salir de nuevo a otra
chopera recién plantada, por la que siguiendo las rodadas de un choche llegamos
(entre bote y bote) a enlazar con otro tramo de camino por el que contando incluso
con la compañía de un jabalí llegamos hasta la Ermita de La Poveda.
Terminado el tramo de exploración, comenzamos entonces
a realizar una "ruta normal", tomando el camino de La Poveda hasta
llegar junto a la carretera M-507, donde hicimos una parada de reagrupamiento y
de paso tratar de solucionar una avería mecánica de Noesperoanadie.
La avería no tenía arreglo con los medios de que
disponíamos, así que Noesperoanadie abandonó el grupo para volver al pueblo por
la carretera uniéndose a él Javichy, mientras el resto del grupo reanudamos la
marcha cruzando la carretera para dirigirnos hacia la urbanización de Carreta
Quebrada (Picadas).
Tomamos la carretera que va hacia la presa, pasando
por encima del muro de la misma y parando un poco más adelante, en la
subestación eléctrica, a realizar la "parada barrita" de la jornada.
Tras reponer fuerzas y hacernos la fotito de la
jornada, continuamos la marcha rodando a buen ritmo por la vía verde con
dirección a la cola del embalse, donde al llegar junto a la depuradora
comenzamos a ascender por la pista asfaltada.
A mitad del ascenso, abandonamos el asfalto para
desviarnos a la izquierda pasando una barrera y continuar ascendiendo por la
"loma de las Labores" hasta llegar a una torre de vigilancia de
incendios, desde donde realizamos un corto descenso hasta salir de nuevo a la
pista asfaltada, por la que continuamos ascendiendo durante unos metros hasta
llegar a lo que hace años fue un vertedero del que por suerte no quedan
rastros.
Bajamos desde allí hasta la laguna que forma el arroyo
de Las Labores, donde nos incorporamos a la Cañada de Talavera para continuar
ascendiendo por la misma hasta desviarnos a la izquierda para tomar un camino
entre los pinos por el que ascender hasta otro camino que tomamos a nuestra
izquierda y que bordeando el cerro Rojo nos llevó hasta el camino de Pelayos a
Villa del Prado.
Comenzamos el descenso final hacia Villa del Prado desviándonos
posteriormente a la derecha para tomar el senderito que va hacia el depósito
del agua, pasando tras él para por otro sendero entre los tomillos salir de
nuevo al camino de Pelayos a Villa del Prado, no sin que antes Horacio cogiera
"la liebre del día" en éste último tramo, aunque por suerte sin
consecuencias (sólo chapa y pintura).
En una bonita mañana aunque bastante más fresquita que
la del domingo anterior, nos hemos marcado una rutilla "mitad
clásica-mitad exploración" en la que hemos recorrido casi 50 kilómetros,
como siempre, compartiendo buen rollo y pasándolo bien.
El próximo domingo, más!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario