Primer
domingo del año, y en una mañana fresquita por la "pelona" caída
durante la noche, nos hemos reunido en la Plaza Mayor a la hora de siempre un
grupito mayor de los esperado compuesto por Eltiolavara, Perejil, Senderitos,
Jose "Mara", Manolo Beades, Horacio, Horacio "Junior",
Transcastro y Rafa.
Tras los minutos habituales de cortesía, comenzamos la ruta saliendo del
pueblo por el camino de Almorox pasando por el polígono industrial, cruzando el
arroyo Arrelobos y ascendiendo después por un bonito sendero entre las jaras
hasta llegar a un pequeño alto donde tras una breve paradita bajamos hasta el
arroyo Arrofresno, desde donde tomamos dirección sur rodando en paralelo a su
cauce hasta desviarnos a la derecha para haciendo frente a una buena rampa subir
hasta el camino del Majanal, que se dirige hacia la urbanización de El Encinar
del Alberche.
Cruzamos el camino y descendimos hacia una laguna formada por el arroyo de
Navacarrala, ascendiendo a continuación por un sendero entre las jaras que nos
llevó a salir de nuevo a un punto más adelante del camino del Majanal, por el
que continuamos ascendiendo hacia El Encinar del Alberche.
Tras cruzar el camino que sube desde el trazado del ferrocarril, comenzamos
a bordear la urbanización por el cortafuegos que transcurre por su parte sur, haciendo
frente a un par de buenos cuestones donde algunos tuvieron que poner pie a
tierra, en especial Jose, que sufrió "un pajarón" que a punto estuvo
de hacerle dejar allí el desayuno.
Tras unos minutitos de descanso en el alto para que Jose se recuperara,
continuamos por el cortafuegos y tras cruzar una pequeña alambrada y subir una
buena cuesta llegamos hasta el comienzo de la pista forestal que enlaza las
urbanizaciones de El Encinar de Alberche y Pinar de Almorox, a la que nos incorporamos
con dirección a esta última.
Rodando por la pista y tras "acortar" por un sendero, llegamos
hasta Pinar de Almorox, que atravesamos para llegar hasta la carretera N-403,
donde cruzamos para rodar en paralelo a la misma durante unos metros hasta
desviarnos a la izquierda por un camino y a continuación un sendero que nos
llevó hasta la parte de atrás de la urbanización de El Romillo.
Desde allí nos dirigimos hacia el pantanillo que hay detrás de la
urbanización, donde tras pasar sobre el muro de la presa mojándonos un poco los
pies, junto al agua y al solecito hicimos la "parada barrita" así
como la obligada foto de la jornada, antes de continuar la marcha por el bonito
sendero que transcurre junto al pantano y que nos llevó hasta la Cañada de
Talavera.
Tomamos
durante unos pocos metros la Cañada, y a continuación nos desviamos por un
camino-sendero entre los pinos por el que ascendimos hasta llegar a la
carretera M-507 en las cercanías del Cruce con la N-403, donde tuvimos que
hacer una parada de reagrupamiento viendo que Senderitos y Horacio venían
"cascadillos" y todavía teníamos que regresar al pueblo.
Proseguimos
a continuación la marcha rodando entre los pinos por un camino y a continuación
un cortafuegos que transcurre en paralelo a la carretera N-403 y que nos hizo
darlo todo, terminando casi con las fuerzas de Horacio y Senderitos, que de vez
en cuando nos dedicaba su característico piropo..........¡¡CABRONES, QUE SOIS
UNOS CABRONES!!.
Tras otra
parada de reagrupamiento junto a la N-403 tras cruzar la misma, continuamos
ascendiendo entre los pinos hasta salir a la Cañada de Talavera, cruzando la
misma para continuar nuestro ascenso entre los pinos que nos llevó a salir a la
misma Cañada pero en la parte de arriba
Después de
recorrer unos metros por la parte asfaltada de la Cañada, nos desviamos
a la derecha en una barrera enlazando por un senderito con el cortafuegos que
bordea la finca de Las Tejoneras por el que después de un par de vertiginosas bajadas
(los que no bajaron andando) y un tramo rompepiernas de "sube y baja"
enlazamos con el camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, por
el que realizamos el descenso final hasta el pueblo con Senderitos y Horacio "pidiendo
la hora" a gritos.
Aunque la mañana empezó fría, al final ha sido soleada y de temperatura
"agradable" para la época que estamos. Hemos hecho una bonita rutilla
de solamente unos 27 kilómetros, prácticamente casi toda por senderos y caminos
poco transitados, pero rompepiernas a tope, lo que a alguno les ha costado un
"pajarón" de campeonato.
Y para inaugurar el año, nada mejor que terminar la jornada donde la
empezamos, en la Plaza Mayor, aunque ahora tomando una cervecita (o cola-cao
calentito) sentaditos al sol mientras charlábamos tranquilamente de nuestras
cosillas.
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