lunes, 20 de octubre de 2014

Domingo 19 de octubre de 2014 (De rutón por La Adrada)



Hoy estaba previsto una nueva rutilla mensual, habiendo elegido esta vez la zona de la localidad abulense de La Adrada, con la intención de realizar la ruta que en Noviembre del año pasado tuvimos que "abortar" a la mitad debido al nevadón que nos cayó y por el que no terminamos con "amputaciones" de milagro.
A las ocho de la mañana nos hemos dado cita en la estación de autobuses Eltiolavara, Horacio, Transcastro, Jose "el Mara", Noesperoanadie y Rafa, partiendo unos minutos después camino de La Adrada mientas podíamos comprobar que en esta ocasión la meteorología no iba a ser un problema.
Minutos antes de las nueve llegamos a La Adrada y tras los preparativos oportunos comenzamos nuestra rutilla saliendo del pueblo rodando unos primeros metros por una pequeña carretera hasta desviarnos a la izquierda y tras pasar un arroyo continuar ascendiendo por un bonito camino entre los pinos y los robles por la ladera de "El Cerillón", que nos llevó hasta una carretera vieja que discurría por la ladera del monte con dirección hacia Piedralaves.
Nos incorporamos a la carretera durante unos metros para más adelante tomar un desvío a la derecha y continuar ascendiendo en un entorno maravilloso de castaños y robles hasta llegar al collado de los Hornillos, donde hicimos "la parada barrita" de la jornada una vez hecha la ascensión.
Tras reponer fuerzas continuamos la ruta, y unos metros más adelante, al cruzar un arroyo Jose se fue al suelo, recibiendo una buena "corná" de su bici en la zona del sobaco, que le dejó bien marcado aunque estuvo un buen rato dolorido.
Proseguimos la ruta y más adelante nos esperaba otro imprevisto en forma de montería, que nos hizo temer que tendríamos que abortar la ruta y darnos la vuelta, aunque por suerte el primer cazador que nos encontramos nos dijo que quedaban aún unos minutos para que soltaran los perros y empezaran los tiros, con lo que decidimos no perder más tiempo y apresurar la marcha para atravesar toda la zona de montería, rodando a buen ritmo por el camino mientras los cazadores se nos quedaban mirando.
Por fin atravesamos "la zona conflictiva" y continuamos bajando por una pista hasta llegar a la parte más bonita de la jornada, con la bajada por un sendero que discurre por la ladera del Cirbunal, disfrutando entre los castaños, los robles y los pinos hasta salir a una pista forestal en la que con las piernas "frías" después del descenso nos tocó volver a subir, recorriendo la garganta de Santa María hasta enlazar con la pista que transcurre por la ladera del Monte Covachones hasta llegar a un mirador desde donde hay unas buenas vistas del valle del Tiétar.
Tras unos minutillos de relax, a continuación tocaba de nuevo otro descenso por sendero, aunque esta vez nos llevamos la "desagradable" sorpresa de que lo que era un bonito sendero hace tres años, ahora estaba lleno de grietas producidas por el agua, lo que hizo que una parte tuviéramos que hacerlo a pie.
El sendero nos llevó hasta una pista que tomamos para continuar descendiendo hasta La Adrada y terminar la ruta sin mas complicaciones que un pinchazo de Horacio en su rueda trasera en la última parte, que le hizo llegar con la rueda "en el suelo".
Aunque no han sido muchos kilómetros, unos 36, la ruta se nos ha hecho durilla, en especial el segundo tramo de subida, que además estaba húmedo y hacía que las ruedas se pegaran bastante.
Respecto al entorno, de diez, una maravilla rodar entre los robles, pinos y castaños, con todos los arroyos llevando gran caudal y unas vistas espectaculares de la sierra de Gredos.
Y para terminar, como siempre, en los coches nos esperaba el avituallamiento líquido y sólido que nos supo a gloria después del esfuerzo.



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