Después de la tempestad viene la
calma, así que después del tormentón del sábado por la noche el domingo
amanecía con muy buena pinta, y dispuestos a disfrutarlo nos hemos juntado en
la Plaza Mayor a la hora de siempre un cuarteto compuesto por Eltiolavara,
Transcastro, Horacio y Rafa.
Con objeto de evitar zonas de
barro, decidimos tirar "monte arriba", así que para salir del pueblo
nos dirigimos hacia el camino de Pelayos, mientras podíamos contemplar los
nubarrones que había sobre los cerros y que hicieron que Rafa se acercara en un
momento a su casa a por el chubasquero mientras el trío restante esperaba a la
salida del pueblo.
Tras unos minutillos de espera,
comenzamos a subir por el camino de Pelayos cada uno como buenamente podía,
estando el camino en muy buenas condiciones, aunque como es lógico
"pegajosillo" en algunos tramos.
Poco a poco fuimos subiendo y al
mismo tiempo que ganábamos altitud iban apareciendo las primeras gotas de
lluvia, hasta llegar un momento en que tuvimos que ponernos los chubasqueros
porque la cosa se ponía seria.
Realizamos toda la subida y en
vez de bajar hacia la laguna giramos a la izquierda para continuar subiendo y
un poco más adelante girar a la derecha para bajar por un camino entre los
pinos hasta la Cañada de Talavera.
Cogimos la Cañada de Talavera
hacia arriba hasta llegar al camino de Valdenoches, por el que con la lluvia
arreciando con ganas en muchos momentos, fuimos recorriendo toda la ladera
norte del alto de la Mira hasta llegar a la carretera M-541, que atravesamos
para continuar por un sendero entre los pinos que nos llevó hasta una
explotación ganadera de cabras, haciendo "entre medias" la parada
barrita de la jornada una vez que había parado de llover.
Continuamos después por otro
sendero por el que enlazamos con la trialera del repetidor de San Martín,
bastante chunga (al menos para nuestro nivel de free-riders) y con piedras en
algún tramo, lo que provocó que Eltiolavara se diera el vuelo de la jornada,
aunque afortunadamente sin consecuencias.
Tras bajar la trialera,
continuamos la marcha por un sendero y a continuación un camino por el que
llegamos hasta la carretera M-501 en las cercanías de San Martín, cruzando la
misma y tomando un tramo de senderos a través de un olivar para enlazara con el
camino del puente de San Juan, por el que al "picar hacia abajo"
pusimos buen ritmo con dirección a Pelayos.
Atravesamos el pueblo de Pelayos
y tras tomar unos metros la carretera M-501 continuamos por un sendero paralelo
a la misma hasta llegar a la rotonda de circunvalación, donde salimos de nuevo
a la carretera para poder enlazar con el inicio de la vía verde de Picadas.
Recorrimos toda la vía verde a
buen ritmo, al principio bordeando los charcos y después atravesándolos hasta
llegar al muro de la presa, rodando después por la carretera hasta desviarnos a
la derecha para tomar el camino que bordea el Safari Park, continuando después
por el camino del Molino de Rodeles hasta llegar a El Rececho, donde cruzamos
la carretera M-507 para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril y
regresar al pueblo.
Nos ha salido una bonita ruta de
unos 43 kilómetros, disfrutando durante toda
la mañana de una temperatura agradable a pesar de la "chuza" de agua
que nos cayó durante un buen rato, pero para eso está el chubasquero y las
ganas de disfrutar con la bici.
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