Jornada de niebla la que ha amanecido y en la Plaza
Mayor nos hemos juntado Eltiolavara, Jose "El Mara", Perejil, Manolillo,
Transcastro y Rafa. Como es habitual durante el invierno, nada mejor que
empezar subiendo para calentar rápido.
Salimos del pueblo por ascendiendo entre la niebla por
el camino del Gurugú, con algún tramo que otro pegajosillo. Al llegar a la
cañada de Talavera la cruzamos para continuar con dirección hacia San Martín de
Valdeiglesias por el cortafuegos y a continuación por el camino de Fuenfría
hasta llegar a la carretera M-541, que atravesamos para continuar hacia San
Martín.
Cuando íbamos a iniciar el descenso, decidimos
"investigar" un camino a nuestra derecha que resultó que nos llevó a
un mirador desde el que imaginamos que en un día claro se pueden ver unas
vistas impresionantes de toda la zona de San Martín, pero no con la niebla cubriéndolo
todo bajo nuestros pies. Aún así, allí realizamos la "parada barrita"
de la jornada disfrutando del paisaje.
Tras el avituallamiento, volvimos sobre nuestras
rodadas para incorporarnos de nuevo al camino de Fuenfría y comenzar el
descenso hacia San Martín de Valdeiglesias, con parada intermedia para arreglar
un pinchazo de Manolillo.
Tras el incidente, continuamos el descenso por el
camino, dejándolo un poco más adelante para incorporarnos a un sendero
escondido que es cortito pero precioso, y donde Jose perdió la cámara del casco,
que aunque la estuvimos buscando un rato no apareció.
Salimos al camino principal y desde allí bajamos hasta
la carretera M-501 donde la ermita del Cristo de la Sangre, cruzando la misma
para a continuación atravesar el pueblo de San Martín con dirección a la vía
pecuaria de San Martín a Pelayos con dirección a este último.
Tras unos kilómetros, nos desviamos a la izquierda
para tomar por primera vez un camino (el camino de Artibanco) que en sentido
ascendente y sin mucha dificultad nos condujo a salir al camino del Molino, por
el que pusimos rumbo hacia la urbanización de Jaracruz.
Transitábamos tranquilamente cuando a Manolillo le
reventó la llanta delantera bloqueando la rueda, lo que hizo que "saliera
por las orejas" aterrizando con la cabeza y el hombro contra el suelo. Por
suerte sólo fue el golpe, aunque no pudo continuar la ruta y tuvo que llamar
para que fueran a recogerle a Pelayos.
El resto del grupo continuamos la marcha por la vía
pecuaria hasta llegar a la gasolinera de Pelayos y desde allí tomar unos metros
la M-501 hasta el comienzo de la vía verde de Picadas, por la que a buen ritmo
continuamos hasta la presa y después por la carretera de Picadas hasta
desviarnos por el camino de detrás del Safari, donde de nuevo tuvimos otro
incidente al romper Perejil la cadena de la bici.
Una vez arreglado continuamos la marcha saliendo a la
carretera M-507 y cruzándola para enlazar con la vía de La Poveda y regresar
por fin al pueblo a un horario más tarde de lo normal debido a las incidencias
de la jornada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario