Terminando el año, otro domingo
más nos hemos reunido a la hora de siempre en la Plaza Mayor Eltiolavara,
Senderitos, Jose "El Mara", Perejil y Rafa, uniéndose al grupo Paco
"El Máquina" y Juanjo "Bene".
Como viene siendo habitual
últimamente, nada mejor para combatir el frío que empezar subiendo, así que
comenzamos la ruta saliendo por el camino de San Martín con Paco, Juanjo y Jose
subiendo a buen ritmo mientras que los demás lo tomábamos con "mas
filosofía".
En el alto nos reagrupamos y
continuamos la marcha hasta llegar a la Cañada de Talavera, que tomamos a
nuestra derecha para hacer frente a la cuesta asfaltada, continuando sin
abandonar la pista hasta llegar a la N-403, la cual cruzamos para comenzar nuestro
periplo por los pinares del noroeste de la comunidad.
Comenzamos haciendo frente a un buen
repecho existente en una zona que se quemó hace muchos años y en la que va
renaciendo la vegetación poco a poco, para después meternos de lleno dentro del
pinar y transitar por diversos caminos y senderos con dirección hacia el sur y
llegar hasta el cruce de la carretera N-403 con la M-507.
Proseguimos nuestra marcha
cruzando la carretera M-507 para incorporarnos al pinar de Almorox, por el que
continuamos la ruta disfrutando de ese bonito entorno hasta llegar a la Cañada
de Talavera, que tomamos durante unos pocos metros antes de desviarnos para
disfrutar del bonito sendero que conduce hasta el pequeño pantano de El Romillo,
donde al solecito hicimos la "parada barrita" de la jornada.
Tras reponer fuerzas continuamos
la marcha con dirección a Almorox por un camino de "sube y baja" que
nos llevó a salir a la "Senda del Cerro Cruz", por la que bajamos
hasta el puente de la carretera M-544 (la que va a Cenicientos), pasando por
debajo para después hacer frente a una buena subidita que nos llevó hasta
Almorox.
Tras avituallar agua en la fuente
de la ermita, proseguimos la marcha atravesando el pueblo y tomando el antiguo trazado
del ferrocarril Madrid-Almorox, desviándonos después por el camino de
Valdeolivas hasta llegar a la parte de arriba de la urbanización de Las Hoyas,
la cual bordeamos por un sendero paralelo hasta llegar a la M-540 (carretera
del Alamín), tomando el kilómetro obligatorio de la misma para poder enlazar de
nuevo con la vía donde la finca "La Blanca" y regresar a Villa del
Prado.
Nos ha salido una bonita
ruta por los pinares de unos 38 kilómetros, y tal y como estaba en los planes
para poder tomarnos una cervecita, hemos llegado al pueblo a las 12,45, la
mejor hora para una birrita al solecito en la plaza del pueblo mientras nos
echábamos unas risas comentando viejos tiempos.
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