martes, 30 de julio de 2013

Domingo 28 de julio de 2013 (De rutilla por Cercedilla)



Domingo de rutilla mensual y en esta ocasión nuestro destino era Cercedilla, así que habíamos quedado prontito (a las siete) en la estación, y allí nos juntamos Eltiolavara, "Escartín" Lorenzo, Perejil y Rafa. Partimos hacia Aldea del Fresno para recoger a Miguel "Hombredenegro" y desde allí hacia Valdemorillo para recoger a Paco "Albarcas". Una vez reunidos los seis pusimos rumbo hacia Cercedilla, lugar de inicio de la ruta.


Tras encontrar aparcamiento y los preparativos oportunos, comenzamos la ruta minutos antes de las nueve de la mañana empezando con unas "zetas" a la salida del parking donde Eltiolavara y Paco probaron el suelo (para empezar bien el día) siendo Paco el peor parado, que terminó con la marca del plato en un gemelo.

Nos incorporamos a continuación a un senderito para comenzar la subida hacia la Fuenfría por el "camino viejo de Segovia", un camino-sendero espectacular, técnico en algunos tramos de piedra y raíces pero que discurre en un entorno maravilloso, a la sombra de los pinos y con el frescor de los helechos.

Disfrutando de la subida (unos mas que otros) fuimos ganando metros de altitud, sobre todo cuando nos encontramos un "toraco" impresionante al lado del sendero, que nos dejó "acojonaos" y que hizo al personal apretar los pedales al estilo "marica el último" como si de un "sprint" se tratara.

Llegando a la parte de arriba se podía ver desde el camino el "mirador de la Reina" de la carretera de la República mientras comprobábamos que ya nos quedaba poco para llegar al alto de la Fuenfría, no sin antes pasar por un pequeño tramo de "empuja-bike" por la calzada romana.

Tras llegar al alto de la Fuenfría proseguimos la ruta por el camino Schmid, una verdadera delicia para los que nos gusta este deporte y que se encuentra en un estado ideal para disfrutar de la bici. Transitando entre los pinos llegamos hasta la residencia militar de Los Cogorros, donde hicimos la "parada barrita" de la jornada mientras comentábamos lo bonita que estaba siendo la ruta y valorábamos la opción de subir a la Bola del Mundo.

Tras avituallar, bajamos hasta el puerto de Navacerrada, donde definitivamente decidimos no "asaltar" la Bola del Mundo ya que hacía una rasca muy considerable que podría provocarnos una hipotermia en la cumbre si subíamos.

Pasando junto a la estación del Teleférico tomamos el camino que subía hacia el "risco de los Emburraderos" (1963 metros), desde donde durante unos minutos disfrutamos de impresionantes vistas que teníamos de La Maliciosa.

A continuación venía la "parte jodida" de la ruta, bajando por la "senda de la Tubería" hacia "La Barranca", en un descenso muy técnico por la piedra que había y que exceptuando a Eltiolavara y Rafa el personal bajó casi todo haciendo "senderismo-bike". Una vez terminada la zona de piedras, el sendero se metía entre los pinos para continuar bajando hasta una pista forestal, no si que antes Paco fuera objeto de "la foto del año" al ser pillado por Eltiolavara "in fraganti" por el aire (porque los de Villa del Prado se bajan de la bici como les da la gana).

Tomamos a continuación la pista con dirección al hotel de La Barranca, donde proseguimos a continuación durante unos metros por la carretera de La Barranca hasta desviarnos a la derecha para tomar un camino que nos llevó hasta la carretera que sube al puerto de Navacerrada, la cual cruzamos para continuar la marcha ya con Cercedilla a la vista.

Tras recorrer unos senderos llegamos a Cercedilla y atravesando el pueblo nos dirigimos hacia donde habíamos dejado los vehículos, terminando esta bonita ruta.

Nos han salido unos 30 kilómetros, en una mañana fresquita en la que en ningún momento nos ha sobrado la chaqueta de entretiempo (menos mal que la llevábamos todos) y en la que hemos podido disfrutar mogollón por la sierra en esta ruta técnica en la que para algunos han sido más duros los kilómetros de descenso que los de subida.

Como es habitual, al terminar nos esperaba un buen avituallamiento líquido y sólido para reponer fuerzas mientras sentados en unos bancos a la sombrita comentábamos como se había desarrollado esta bonita jornada de bici.





 

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