Domingo 16 de junio (Luchando contra los tábanos)

Se presagiaba para hoy una buena "torraera", pero en la plaza a la hora convenida nos hemos juntado Eltiolavara, Lorenzo y Rafa por el Club, uniéndose al grupo Paco "el Máquina".

Tras unos minutos "de cuartelillo" por si milagrosamente aparecía alguien más, decidimos iniciar la ruta con el objetivo de estar pronto de vuelta para evitarnos "el fresquito" de mediodía y de paso echarnos unas birritas para reponer líquidos.

Salimos del pueblo por la carretera del Alamín, para desviarnos posteriormente a la derecha y tomar la vía hasta la granja "La Blanca", donde giramos a la izquierda para dirigirnos de nuevo hacia la carretera del Alamín y rodar por la misma un kilómetro hasta enlazar con el camino vecinal de Villa del Prado a Escalona y Almorox, por el que transitamos hasta llegar a la urbanización de Valcarrillo-Campuzano donde nos desviándonos a continuación hacia Almorox tomando el camino de Almorox a Almorojuelo.

Llegamos a Almorox y tras una breve paradita en la plaza del pueblo (donde Eltiolavara sufrió el primer ataque de un tábano) continuamos la marcha dirigiéndonos hacia el cementerio, desde donde abandonamos el pueblo tomando el camino de los Enebrales. Tras cruzar el arroyo Tordillos, nos desviamos a la izquierda para dirigirnos hacia los senderos que conducen hacia la cantera de "el Diente de la Vieja".

En el alto y sin poder parar por los p.... tábanos que nos perseguían, tomamos la senda del Cerro Altillo, la cual en continuo ascenso aunque muy suave nos llevó hasta la carretera M-544 (de Almorox a Cenicientos), donde tras cruzarla y a la sombrita de un pino hicimos la "parada barrita" de la jornada, de nuevo bajo el acoso de los tábanos.

Continuamos la marcha por la Cañada de Talavera, por la que picando hacia arriba llegamos hasta la carretera N-403, cruzando la misma para continuar ascendiendo hacia la urbanización de El Encinar del Alberche y atravesando la misma hasta salir a la carretera M-507 y bajando por ella durante unos metros hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino del depósito para descender hacia el arroyo Arrofresno, aunque con algunas pequeñas dificultades ya que habían pasado el "bulldozer" (con gran alegría para Paco).

Terminamos la ruta llegando al pueblo por el camino de Almorox, desde donde nos dirigimos a una terracita en el centro del pueblo para recuperar los líquidos perdidos durante esta mañana de calor.

Nos ha salido una bonita rutilla de unos 42 kilómetros, que nos hemos hecho a buen ritmillo debido en buena parte a que en cuanto parábamos un momento ya estábamos sufriendo los ataques de los tábanos, que parecía que nos perseguían y no nos dieron tregua en toda la mañana.

Tal y como estaba previsto, hemos conseguido el objetivo de llegar al pueblo a la hora justita para echarnos unas birritas que nos han sabido a gloria después de los ratos de "torrao" que hemos pasado.

El próximo domingo, de ruta a la Sierra de San Vicente (el que quiera).