Tras el calor que pasamos el domingo pasado, hemos decidido en esta ocasión adelantar la hora de salida una hora hasta las 8,00, reuniéndonos únicamente en la Plaza Mayor un quinteto compuesto por Eltiolavara, Alberto, David, César y Rafa.
Como no había muchas ganas de comenzar subiendo, al igual que el domingo pasado abandonamos el pueblo con rumbo sur para dirigirnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que rodamos algo más de unos tres kilómetros hasta llegar a la finca La Blanca, continuando posteriormente hacia la carretera M-540.
Rodamos durante unos metros en paralelo a la carretera M-540 por un senderito hasta la entrada de la urbanización Las Hoyas, donde de nuevo salimos a la carretera para llegar hasta el final e incorporarnos al antiguo camino vecinal de Almorox y Escalona a Villa del Prado, pasando la urbanización de Valcarrillo Campuzano y continuando hasta desviarnos a la derecha para incorporarnos al Camino Viejo de Escalona a Almorox.
Llegamos a Almorox y nos dirigimos al cementerio para reponer “líquido elemento” antes de descender hasta el arroyo Tordillos y comenzar con el ascenso por el camino de Los Enebrales, en el que tuvimos que hacer frente a unas buenas rampitas de hormigón.
Tras aproximadamente kilómetro y medio de ascenso, nos desviamos a la derecha para descender hasta el puente de Las Barguillas, donde nos tomamos unos minutos de relax haciendo la “parada barrita” de la jornada además de una foto de grupo.
Al reanudar la marcha, recibimos una llamada de Rober y Juan Carlos, ya que se nos había olvidado avisarles de que salíamos a las ocho, así que quedamos con ellos en la Cañada de Talavera, donde llegamos tras recorrer varios caminos por la zona.
Ya con el grupo de siete, ascendimos por un camino faldeando el Cerro Cruz para posteriormente descender hasta el camino del Pajar del Mudo, por el que rodamos unos metros hasta desviarnos a la izquierda y descender por un camino entre los pinos hasta las cercanías del Campamento Alfonso VI.
Tomamos desde allí un bonito sendero rompepiernas y llegamos a continuación hasta la carretera N-403, la cual atravesamos para continuar ascendiendo hacia la urbanización de El Encinar, donde tras unos minutos de relax para reagruparnos tras el ascenso, decidimos descender hasta el pueblo por la carretera para tomarnos unas merecidas cervecitas.
Y eso es lo que hicimos tras una buena rutilla de unos 45 kilómetros en la que ha hecho bastante menos calor que el domingo anterior ya que en muchos momentos de la mañana nos ha acompañado una agradable brisa.
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