Aunque a primera hora hacía algo de fresquito, la previsión para la jornada de hoy era de cerca de treinta grados, y para darle al pedal en esta jornada de “pri-verano” nos hemos reunido en esta ocasión un buen grupito compuesto por Eltiolavara, David, Alberto, César, Gabriel, Juan Carlos, Roberto y Rafa.
Como habíamos hablado hacía un par de semanas, teníamos pendiente enseñar a Juan Carlos un bonito sendero de bajada desde la Peña de Cenicientos, para lo que minutos después de las nueve echamos a rodar atravesando el pueblo para dirigirnos hacia el Polígono Industrial y desde allí comenzar a ascender por un sendero entre las encinas por la ladera del cerro Crespo para continuar después ascendiendo hacia El Encinar del Alberche.
Tras entrar en calor al hacer en pocos kilómetros un buen desnivel, llegamos hasta la urbanización de El Encinar del Alberche, la cual atravesamos para llegar a la parte de arriba de la urbanización, en el cerro de Pino Romero, y descender posteriormente por la pista hormigonada hasta la carretera N-403, la cual atravesamos para incorporarnos a la Cañada de Talavera.
Rodamos unos metros por la Cañada y nos desviamos a la derecha para tomar el camino del Pajar del Mudo y poner rumbo hacia Cadalso de los Vidrios, recorriendo un nuevo sendero por la zona del Cerro de Mingo Chico que habíamos descubierto recientemente y por el que llegamos hasta la carretera M-507, la cual cruzamos para continuar por otro senderito por el que llegamos hasta el pueblo de Cadalso de los Vidrios.
Atravesamos Cadalso y nos incorporamos a la carretera M-541 con dirección a Cenicientos, por la que rodamos unos tres kilómetros y medio hasta desviarnos a la izquierda para comenzar con la subida a la Peña de Cenicientos, unos tres kilómetros con pendientes del 10%-15%-19% en los que hay que “saber sufrir”.
Tras un gran esfuerzo llegamos a la cima, realizando la última parte de la subida hasta la cima únicamente Eltiolavara, Juan Carlos, Roberto, David y Rafa, mientras el resto consideraron que ya habían tenido bastante subida.
Después de reponer fuerzas y que el grupo de la cima descendiera, nos dispusimos a afrontar el divertido descenso por el sendero, en el que hubo algunos “sustos” (que se lo digan a David) ya que al estar el terreno muy seco las ruedas no tenían mucho agarre y había que tener precaución.
Terminamos el descenso junto a la carretera M-545, la cual tomamos durante unos metros hasta llegar a Cenicientos, donde hicimos una paradita en un parque a la entrada del pueblo para reponer agua para después continuar atravesando el pueblo y tomar durante unos metros la carretera M-544 hasta desviarnos a la izquierda por el Camino de Villa del Prado, que posteriormente dejamos al tomar un sendero a nuestra izquierda por el que realizamos un divertido descenso que nos condujo hasta la carretera M-542, por la que rodamos algo menos de un kilómetro hasta desviarnos a nuestra derecha para tomar una pista hormigonada que conduce hasta las canteras y que posteriormente abandonamos para enlazar con la Cañada de Talavera.
Rodamos entonces por la Cañada de Talavera para dirigirnos hacia la urbanización El Romillo y cruzar la carretera N-403 para a continuación ascender por la pista hormigonada que habíamos descendido anteriormente hasta llegar de nuevo a El Encinar del Alberche.
Al igual que en ocasiones anteriores cuando hemos ido hasta la Peña de Cenicientos, como se nos había hecho “un poco tarde” decidimos bajar al pueblo por la carretera, por lo que atravesamos la urbanización para incorporarnos a la carretera M-507 y realizar los últimos kilómetros hasta regresar al pueblo.
En una gran jornada casi de verano, hemos realizado una buena ruta de unos 45 kilómetros con cerca de 1.300 metros de desnivel acumulado, dándonos un buen “tute”, y es que la visita a la Peña de Cenicientos………..¡¡Siempre merece la pena!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario