En esta ocasión las cenas navideñas y una previsión
meteorológica “regular” han hecho menguar bastante al grupo, dándonos cita en
la Plaza Mayor únicamente un cuarteto compuesto por Eltiolavara, Horacio, César
y Rafa.
Como hacía mucho tiempo que no visitábamos la zona, el
Presi había preparado una rutilla por la zona del Pico Trasierra en San Martín
de Valdeiglesias, por lo que abandonamos el pueblo por el antiguo camino de
Villa del Prado a San Martín de Valdeiglesias para ya de paso entrar pronto en
calor.
Ascendimos unos siete kilómetros hasta llegar a la
Cañada de Talavera, la cual atravesamos para continuar con dirección a San
Martín de Valdeiglesias por el camino de la Fuenfría, atravesando la carretera
M-541 y continuando hasta desviarnos a la izquierda hacia el alto de
Castillejos, desde donde realizamos un divertido descenso por el camino de
Almorox y posteriormente por otro sendero para terminar finalmente junto a la
carretera M-501.
Atravesamos la carretera y el pueblo de San Martín de
Valdeiglesias para tomar el camino del Molino Quemado y después el camino de
Navaoncil hasta desviarnos a la derecha para comenzar a “senderear” por el
cerro de La Guache, donde nos dimos un buen “calentón” subiendo y bajando para
dirigirnos después hacia el Pico Trasierra, donde también pusimos a tono “la
caldera” en la subida.
Tras unos minutos para recuperar el aliento, nos
dispusimos a investigar una trialera que nunca habíamos realizado, y que
resultó “dificililla” con algún tramo corto donde la mayoría echamos “pie a
tierra” a excepción de César que la bajó casi toda sobre la bici.
Después de la trialera llegamos hasta la carretera
M-957, que atravesamos para continuar recorriendo bastantes senderos por la
zona de Valdelaosa y la Dehesa Cabildo, para posteriormente y con buena paliza
en las piernas poner rumbo hacia San Martín de Valdeiglesias por el camino del
Camposanto.
En las cercanías de San Martín nos desviamos a la
izquierda para tomar el camino de Los Molinos, por el que tras un kilómetro y
medio nos desviamos a la derecha para incorporarnos al camino de Artibanco, por
el que descendimos hasta el GR-10, continuando después hasta llegar a la
gasolinera de Pelayos de la Presa.
Nos incorporamos unos metros a la carretera M-501 hasta enlazar con el comienzo de la vía verde de Picadas, la cual recorrimos hasta el muro para realizar después el ascenso por la carretera y continuar por el camino que transcurre por detrás del Safari Park para tras atravesar la carretera M-507 enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo tras haber realizado una estupenda ruta de casi 52 kilómetros y 1.100 metros de desnivel que nos hizo llegar con las piernas "bien duritas".
A pesar de la paliza que nos hemos dado, hemos
disfrutado un montón por los nuevos senderos que hemos recorrido, habiéndonos “apuntado”
para próximamente otra bajada que nos han recomendado unos “endureros” que nos hemos
encontrado en el Pico Trasierra.
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