miércoles, 16 de noviembre de 2022

Domingo 13 de noviembre de 2022 (De ruta por El Tiemblo y el Valle de Iruelas)

 Hoy tocaba la última de las “excursiones” previstas para este año 2022, aparcando los desplazamientos hasta la próxima primavera con la llegada del buen tiempo, y para esta ocasión habíamos elegido el Valle de Iruelas, que siempre en el otoño es un lugar precioso para la práctica de nuestro deporte.

Habíamos quedado a las 8,00 horas en la estación de autobuses un quinteto compuesto por Eltiolavara, Gabri, Alberto, David y Rafa. Muchos menos integrantes de lo que suele ser habitual para las rutas “fuera del pueblo”, pero por diversas circunstancias no hemos podido ser más.

Una vez colocamos las bicis en la furgoneta de David, emprendimos camino hacia El Tiemblo para dirigirnos a un aparcamiento junto al pequeño embalse del Charco del Cura, para tras los preparativos oportunos comenzar a rodar minutos antes de las nueve de la mañana pasando por encima del muro de la presa para tomar a continuación un sendero con dirección hacia el muro del embalse del Burguillo.

Pasamos sobre el muro del embalse del Burguillo para tras rodar unos tres kilómetros y medio llegar a Las Cruceras, desde donde continuamos por la pista asfaltada con dirección hacia el puerto de Casillas, donde llegamos tras unos once kilómetros de subida.

Tras reponer fuerzas junto al monolito, reanudamos la marcha para descender unos metros y desviarnos a la izquierda para tomar un sendero entre los pinos y los helechos por el que disfrutamos de un divertido descenso hasta salir a la pista asfaltada que desde el pueblo de Casillas se dirige hacia el castañar de El Tiemblo, haciendo una parada intermedia en un mirador desde donde contemplar todo el valle del Tiétar.

Por la pista asfaltada continuamos ascendiendo hasta después continuar “faldeando” la cara sur del alto del Mirlo y descender por el castañar disfrutando de ese entorno maravilloso y parando para hacernos una fotito junto a uno de los enormes castaños.

Tras pasar por el castañar, llegamos hasta el parking del mismo, donde nos desviamos a la derecha para comenzar a ascender hacia la “Era del Corcho” y desde allí hasta el “Cordel de Pedro Duermes” haciendo frente a un buen rampón con porcentajes entre el 20% el 24% que a alguno le obligó a echar “pie a tierra”.

Recorrimos el “Cordel de Pedro Duermes”, que es un camino-cortafuegos “sube-baja” que recorre todas las cumbres entre el cerro de la Pedriza y el cerro de Guisando y que sirve de límite entre los municipios de El Tiemblo y Navahondilla, para posteriormente descender por un cortafuegos de vértigo con dirección a la urbanización del Pinar de la Atalaya.

Antes de llegar a la urbanización, nos desviamos a la izquierda para tomar el camino de la Artezuela y dirigirnos hacia El Tiemblo para atravesar el pueblo y descender posteriormente hasta el embalse del Charco del Cura, punto de inicio de la ruta.

Como es habitual, al término de la ruta nos esperaba nuestro avituallamiento líquido y sólido del que dimos “buena cuenta” al solecito mientras comentábamos los pormenores de la ruta, que con una longitud de unos 42 kilómetros y 1.400 metros de desnivel acumulado nos ha dejado las piernas “calentitas”, pero por supuesto que ha merecido la pena por lo precioso del recorrido y la buena climatología que hemos tenido, y es que esta zona en otoño nunca deja indiferente.


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