martes, 25 de octubre de 2022

Domingo 23 de octubre de 2022 (Primera salida con lluvia del otoño)

 Para hoy teníamos previsto irnos de ruta por la zona de Las Navas del Marqués, pero dada la predicción meteorológica adversa, decidimos posponerlo para mejor ocasión y quedarnos por la zona, y en una mañana nublada y con previsión de lluvia nos hemos reunido en la Plaza Mayor un sexteto compuesto por Eltiolavara, Horacio, Gabri, Alberto, David y Rafa.

Abandonamos el pueblo por el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, por el que ascendimos durante casi siete kilómetros hasta desviarnos a la izquierda y recorrer la ladera del Cerro Rojo para a continuación descender hasta la Cañada de Talavera.

Ascendimos unos metros por la Cañada de Talavera y nos desviamos a la derecha para tomar el camino de Valdenoches, por el que ascendimos hasta el cerro que lleva el mismo nombre para posteriormente descender por el cortafuegos y volver a ascender hasta el Cerro de Las Mucas, donde hicimos la “parada barrita” de la jornada mientas contemplábamos lo nublado de la mañana.

Realizamos a continuación el divertido descenso por las “Zetas de Pelayos” que nos dejó con el “cosquilleo” en los antebrazos y tomamos un senderito en paralelo a la carretera M-501 durante unos metros para posteriormente desviarnos hacia la Cañada de Talavera, por la que realizamos el ascenso por la pista asfaltada y continuamos por la Cañada hasta la laguna del arroyo de Jaralón, donde nos incorporamos al antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa para realizar el ascenso hasta el Cerro Rojo.

Tras llegar al alto, descendimos unos metros y nos desviamos a la izquierda para pasar una barrera y recorrer la parte de arriba del Cerro de Los Lobos, realizando posteriormente un divertido descenso por un cortafuegos hasta llegar al camino de Villa del Prado a Pelayos, por el que continuamos descendiendo hacia el pueblo.

En la última parte del descenso, nos desviamos a la derecha para tomar el senderito que va por la parte de atrás del depósito del agua y disfrutar de los últimos metros de ruta antes de dirigirnos a la Plaza Mayor para reponer los líquidos perdidos con unas cervecitas.

Aunque nos han caído algunos pequeños chaparrones, la lluvia nos ha respetado bastante y hemos disfrutado de una fantástica jornada en la que hemos realizado una ruta cortita de unos 31 kilómetros pero con…….. ¡¡Mil metros de desnivel!!.



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