Aprovechando la previsión del buen tiempo teníamos prevista para esta jornada la primera de las rutas mensuales de este año 2022, en la que habíamos planeado desplazarnos hasta Aldeanueva de Barbarroya, el pueblo toledano de nuestro compañero Nachete, para hacer una rutilla por los alrededores y reponer después fuerzas con una paella que el anfitrión iba a cocinar.
Y para eso habíamos quedado en la estación de autobuses a las 7,30 un fantástico grupo compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Horacio, Alberto García, Alberto Fernández, Noesperoanadie, Jorge, Mariano, David y Rafa, y donde una vez que estuvimos todos cargamos las bicis en las furgonetas y emprendimos el camino de 115 kilómetros que nos separaban de Aldeanueva.
Llegamos a Aldeanueva sobre las 9,00 y allí nos esperaban Nachete y Dámaso, un “guía de lujo” que con sus 76 “castañas” iba a ser el encargado de guiarnos durante la ruta. Así que tras apañar las bicis, echamos a rodar para dirigirnos hacia Belvís de la Jara, donde llegamos tras recorrer unos nueve kilómetros.
Tras atravesar Belvís, vendría el primer “escollo” de la jornada, con una subida de unos cuatro kilómetros “picando p’arriba” con un 6% de desnivel que nos hizo entrar bien en calor.
Continuamos después por el camino del Valle de Belvís, con unas rectas interminables para rodar y rodar antes de hacer un ascenso de unos dos kilómetros y descender después para dirigirnos hacia Buenasbodas, desde donde tomamos el camino de Sevilleja de la Jara a BuenasBodas para más adelante salir a la carretera N-502, por la que rodamos unos tres kilómetros hasta llegar a Gargantilla.
Atravesamos Gargantilla y tras unos cuatro kilómetros llegamos a la Vía Verde de La Jara, conocida por ser parte del recorrido de “La Talajara”, que hemos realizado varias veces y por la que recorrimos unos 22 kilómetros hasta regresar a Aldeanueva de Barbarroya, sumando un total de unos 65 kilómetros de ruta.
Y tras la parte de “pedaleo” llegaba la parte de reponer fuerzas, para lo que mientras nos tomábamos unas cervecitas nuestro compañero Nachete se puso “manos a la obra” a preparar una paellita con la que “nos pusimos las botas” además de echar un fantástico rato “en familia y alrededor de la mesa”.
Muchísimas gracias a Nachete por el planazo que había preparado y cómo no, a Dámaso, que con sus 76 castañas nos llevó toda la mañana con la lengua fuera sin tiempo casi de hacer fotos, pero siendo un verdadero placer disfrutar de su compañía y de lo grandísima persona que nos demostró ser.
Sin duda habrá que repetirlo!!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario