En la jornada de hoy tocaba una de nuestras “rutas mensuales”, siendo el destino elegido en esta ocasión la zona de Sigüenza, en Guadalajara, para visitar los barrancos del río Dulce y de La Hoz.
Nos hemos reunido para la ocasión un fantástico grupo compuesto por Eltiolavara, Jorge, Transcastro, Horacio, César, Noesperoanadie, Alberto García, Senderitos, Rafa y Adrián que salíamos desde el pueblo, además de nuestros compis de Villamanta David y Alberto, y Julio y Carlos, dos amiguetes más que llegarían desde Madrid………¡¡Nada menos que 14 bikers!!.
Como nos pillaba bastante lejos del pueblo (180 kilómetros), quedamos en la estación de autobuses a las 7:00, para una vez apañadas las bicis en la fregoneta emprender el largo camino hasta Aragosa, punto de salida de la ruta.
Comenzamos a rodar desde Aragosa minutos después de las nueve de la mañana, en un día gris con algo de “fresquete” rodando en paralelo al río Dulce para dirigirnos al barranco del mismo nombre, que recorrimos por unos senderos muy divertidos mientras pasábamos junto a enormes formaciones de roca.
Al llegar al fondo del barranco hubo que hacer un poquito de “empuja-bike” para llegar a la carretera GU-110, por la que ascendimos unos metros hasta llegar el “Mirador de Félix Rodríguez de la Fuente”, donde hicimos la “parada barrita” de la jornada.
Tras unos minutos reponiendo fuerzas y contemplando el paisaje reanudamos la marcha para dirigirnos hacia Barbatona, desde donde tomamos una pista entre los pinos y más tarde una senda para poner rumbo hacia Sigüenza.
Hicimos un recorrido turístico por Sigüenza de la mano de Alberto, llevándonos una gran ovación de la gente que había en el parking del “Parador de Sigüenza”, lo que nos hizo sentirnos “cuasi profesionales”.
De Sigüenza nos dirigimos al barranco de La Hoz, de nuevo una zona muy chula rodando junto a grandes rocas por bonitos senderos para continuar después hasta la localidad de Viana de Jadrade, donde hicimos una paradita para reponer “líquido elemento” y continuar hasta Baides, siguiente pueblo de la ruta.
Nos incorporamos a la carretera GU-149 durante unos dos kilómetros y medio para a continuación afrontar una buena subida por un camino de piedra suelta que nos obligó a un buen esfuerzo.
Tras la subida, continuamos después bajando hasta salir de nuevo a la carretera GU-149 y posteriormente rodamos unos metros por la CM-1101 hasta desviarnos a la derecha para tomar un camino por el que descendimos por la zona de “Tomillares”, teniendo que hacer unos metros bordeando un sembrado sin apenas dificultad hasta llegar de nuevo junto al río Dulce y realizar en sentido inverso los primeros metros de la ruta.
Nos ha salido una ruta espectacular de unos 64 kilómetros, exigente debido a la longitud pero preciosa por los parajes que hemos visitado y con gran cantidad de senderos, quedando todos encantados con el recorrido.
Y como no podía ser de otra manera, concluimos la jornada con un fantástico avituallamiento líquido y sólido tras la ruta compartiendo las vivencias de la jornada y echándonos unas risas en un ambiente fenomental….
Otra jornada inolvidable!!!!
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