Con una previsión meteorológica que “en principio” indicaba que nos íbamos a mojar y por la que decidimos posponer una excursión a la sierra de Guadarrama prevista para este día, nos hemos reunido en la Plaza Mayor un sexteto compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Alberto García, Alberto Fernández, David y Rafa.
Con intención de “evitar mucho barro” por las lluvias caídas el sábado decidimos “tirar p’arriba” abandonando el pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, en el cual algunos tramos estaban “pegajosillos”.
Llegamos hasta la Cañada de Talavera y desde allí continuamos ascendiendo hasta el cerro de Valdenoches, disfrutando a continuación de una buena bajada y de varios senderos que nos condujeron hasta la carretera M-501, junto a la que rodamos en paralelo para posteriormente incorporarnos a la misma durante unos metros y subir por la colonia de San Juan haciendo frente a una buena cuesta con tramos de hasta el 20% de inclinación.
Tras una paradita junto a la torre de hormigón de la conducción Picadas-Valmayor para tomar oxígeno, reanudamos la marcha para un poco más adelante realizar otro divertido descenso hasta el embalse de Picadas, para posteriormente volver a ascender haciendo frente a otro cuestón del 23%.
Recorrimos a continuación un sendero que bordea la urbanización El Morro y descendimos hasta la vía verde de Picadas, poniendo después rumbo de regreso al pueblo pasando por detrás del Safari Park y tomando el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox.
Nos ha salida una estupenda ruta de unos 38 kilómetros en la que hemos hecho frente a varias rampas de más del 20% de inclinación que nos han puesto a tope “la patata, y aunque empezamos la ruta con temperatura algo fresca y preparados por si llovía con la ropa de invierno, enseguida nos dimos cuenta que nos iba a “sobrar todo” como así fue, ya que pasamos muchísimo calor al acompañarnos el sol durante toda la mañana.
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