martes, 10 de abril de 2018

Domingo 8 de abril de 2018 (Va llegando la primavera)



Previsión de buena climatología y al menos hemos tenido una “novedad en la convocatoria”, ya que por fin Transcastro ha salido de su “letargo invernal” y se ha dejado ver, con lo que el habitual “trío” dominical ha pasado a ser un “cuarteto” en el que como es habitual estaban Eltiolavara, Horacio y Rafa. Además se nos han unido hoy tres integrantes de la U. C. Villa del Prado, el Presi Juan Carlos, su hijo Carlos y Rodrigo, que ya había salido con nosotros alguna vez.
Tras esperar hasta las nueve y cuarto por si “milagrosamente” apareciera alguno más decidimos echar a rodar, tirando p’al monte por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, con el trío de la U.C. en cabeza mientras que “los naranjitas” nos lo tomábamos más relajadamente, incluido Horacio, que por fin estrenaba su “e-burra” después de ………¡¡cinco meses de espera!!.
Con Transcastro cerrando el grupo acusando como es habitual la inactividad, realizamos los cinco kilómetros de subida hasta llegar al alto en la ladera del cerro de Santa Lucía, donde nos reagrupamos para desde allí continuar por el camino para dirigirnos hacia la Cañada de Talavera.
Tras abandonar el camino en la última parte para realizar una corta bajada por cortafuegos llegamos a la Cañada de Talavera, a la que nos incorporamos para realizar el ascenso por la cuesta asfaltada para a continuación desviarnos a la izquierda abandonando el asfalto y tomando un camino entre los pinos por el que realizamos un divertido descenso que nos llevó hasta las cercanías de la carretera M-507.
Tomamos entonces durante unos dos kilómetros un camino-cortafuegos paralelo a la carretera N-403 en dirección a San Martín de Valdeiglesias hasta llegar a la laguna del Pozo Alcornocoso, donde cruzamos la carretera N -403 para pasar a la otra “orilla” y rodar durante unos metros por la antigua N-403 pasando junto a una cantera abandonada para incorporarnos después a un cortafuegos por el que recorrimos la “Loma de Andrinoso” aprovechando en el alto para realizar la “parada barrita” de la jornada y una fotito de grupo con la Peña Muniana tras nosotros.
Reanudamos a continuación la marcha por el cortafuegos para descender hasta la laguna del “Manantial del Andrinoso” y desde allí continuar hasta llegar a la carretera M-541, a la que nos incorporamos durante unos metros para cruzar la N-403 y posteriormente desviarnos a la izquierda para tomar un camino a través de una viña enlazando después con unos senderos por los que llegamos hasta el “alto de Castillejos”.
A continuación realizamos un divertido descenso por senderos hasta la carretera M-501, cruzando la misma junto a la ermita del Cristo de la Sangre para bordear después el pueblo de San Martín de Valdeiglesias hasta enlazar con el GR-10 y poner dirección hacia Pelayos de la Presa.
Tras unos metros por el GR-10 el grupo se dividió en dos, ya que los integrantes de la U.C. emprendieron el regreso hacia el pueblo, mientras que el resto decidimos alargar la ruta un poco más para poder ver en que estado de recuperación se encuentra el embalse de San Juan tras todas las lluvias caídas.
Y mientras los integrantes de la U.C. continuaron por el GR-10 en dirección hacia Pelayos, los “orange bikers” nos desviamos a la izquierda para emprender labores de investigación por un camino que pasó a ser un sendero y que posteriormente………desapareció!!.
Nos tocó “jabalinear” entre los tomillos y saltar un par de vallas hasta conseguir dar con un “camino conocido”, probando de esta manera por primera vez a pasar los “25 kilos de bici” de Horacio por encima de una valla, quedando claro que…….¡¡mejor hacerlo entre dos!!.
Ya por el camino de los Molinos llegamos hasta la urbanización Javacruz, desde donde comenzamos a transitar por unos senderos entre los pinos por la zona del cerro de San Esteban hasta salir finalmente al embarcadero del embalse de San Juan, pasando a continuación sobre el muro de contención del embalse, donde pudimos comparar que buen nivel que tiene ya el mismo, encontrándose en la actualidad casi al 80% de su capacidad.
Bajamos a continuación hasta la gasolinera de Pelayos, donde nos incorporamos durante unos metros a la carretera M-501 para dirigirnos hacia el comienzo de la vía verde de Picadas, donde desde el principio ya Transcastro dijo que “no estaba para alegrías” y que se lo iba a tomar con tranquilidad, por lo que recorrimos toda la vía verde de manera “relajada” aunque aun así se quedó unos metros rezagado.
Sorteando gran cantidad de charcos llegamos hasta el muro de la presa y continuamos después con la subida por la carretera hasta parar en el alto durante unos minutos esperando a Transcastro, que ahora sí que ya estaba “con la luz roja encendida”, continuando después con el descenso por la carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que va por detrás del Safari-Park para llegar posteriormente hasta la carretera M-507, cruzando la misma para incorporarnos después al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo.
Al igual que los domingos anteriores, de nuevo hemos disfrutado de una estupenda mañana sin excesivo barro en el terreno y con una temperatura “agradable”, haciendo una buena rutilla de unos 53 kilómetros que nos han dejado “las patas finas”, siendo de nuevo un buen entrenamiento con la vista puesta en la Riaza-Bpro, para la que nos restan ya dos meses.


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