Tras una nochecita pasada por
agua, el día ha amanecido con una pinta estupenda para nuestro deporte, y
aunque las lluvias caídas han hecho que alguno eligiera "quedarse en la
camita", nos hemos juntado en la Plaza Mayor a la hora de siempre un
sexteto compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Horacio, Jose "el
Mara", Rafa y..........¡¡¡Alberto!!!, al que no "veíamos el
pelo" desde ...¡¡noviembre de 2013!!.
Como preparación para la ruta del
domingo que viene desde Madrid a Villa del Prado, había prevista una rutilla
"de rodaje" para ver como respondían las piernas, así que tras los
minutos habituales de cortesía, comenzamos la ruta saliendo del pueblo por el
antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias, subiendo a buen ritmillo aunque
en algunos momentos las ruedas se clavaban en el suelo y parecía que alguien
nos sujetaba la bici por detrás.
Una vez que habíamos entrado en
calor por la subida pegajosa, llegamos hasta la Cañada de Talavera, y giramos a nuestra
izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada y continuar después bajando
hasta la carretera N-403, a la que nos incorporamos durante unos pocos metros
hasta desviarnos a la izquierda para abandonar el asfalto y tomar un camino
para dirigirnos hacia la laguna del Manantial del Andrinoso.
Bordeamos la laguna (que estaba
totalmente seca) por un sendero, cruzando a continuación el arroyo del Linar
(también seco) para dirigirnos hacia la carretera M-541, la cual cruzamos para enlazar
con la vía Pecuaria del arroyo del Boquerón, por la que entre los pinos bajamos
hasta la urbanización "El Mirador de Cadalso" junto a la carretera
M-542.
Cruzamos la carretera y continuamos
la marcha por el camino que discurre en paralelo al arroyo del Tórtolas hasta llegar
a la segunda subida de la jornada, desviándonos a la derecha para hacer frente
al ascenso hacia la urbanización de Entrepinos por un sendero-trialera algo
técnico que sube por la ladera y que de nuevo tras un buen esfuerzo nos llevó
hasta la urbanización, donde paramos unos minutillos para "tomar
aire".
Retomamos la marcha y tras una
paradita para dar aire a la rueda trasera de Rafa, que había pinchado,
transitamos por unas calles de la urbanización de Entrepinos para dirigirnos
hacia una pista por la que enlazamos con Rozas de Puerto Real mientras la
climatología "se ponía cada vez peor". En ese punto Alberto "se
nos rajó" y decidió poner rumbo al pueblo por la carretera, continuando
los demás hacia Rozas.
Atravesamos Rozas por la
carretera M-507 y casi al final del pueblo nos desviamos a la derecha por una
calle que nos llevó hasta la zona más bonita de la jornada, una parte del
castañar de Rozas de Puerto Real que recorrimos bajando por un senderito entre
los castaños hasta llegar a una fuente, donde hicimos una paradita de relax.
Tras las fotitos oportunas de
grupo, reanudamos la marcha para continuar bajando por un sendero (Horacio tuvo
una caída aunque por suerte sin consecuencias) hasta la carretera M-501, que
cruzamos para por otro senderito enlazar con la Cañada Real Leonesa Oriental o
"GR-180", por la que recorrimos unos ocho kilometros que nos llevaron
a pasar por Navahondilla, bordear Navahonda y finalizar junto a la carretera
AV-904 en las cercanías de los "Toros de Guisando".
Con la idea de ver de nuevo
"los toros", tomamos la carretera durante medio kilómetro
encontrándonos al llegar allí con la sorpresa de que......¡¡¡ahora hay que
pagar!!!. Han cerrado la valla para que no se vean desde fuera y en la puerta
han puesto una "garita" con un guarda que cobra entrada, así que tras
charlar unos segundos con él, dimos media vuelta y continuamos.
Retomamos la carretera AV-904 y
rodamos por ella alrededor de un kilómetro hasta enlazar con la M-501, por la
que recorrimos otro kilómetro hasta desviarnos a la izquierda para abandonar el
asfalto y tomar el GR-10 con destino a San Martín de Valdeiglesias, mientras ya
las piernas empezaban a "estar pegadillas".
En San Martín hicimos una
paradita de relax en un parque y a continuación reanudamos la marcha para
incorporarnos de nuevo al GR-10 con dirección a Pelayos, mientras la lluvia
"arreciaba" por momentos.
Y como íbamos
"pegadillos", tarde de hora, y estaba lloviendo......¡¡zas!! pinchazo
de Horacio. Bajo la lluvia (por suerte aflojó un poco), con unos arreglando el
pinchazo de Horacio y otros dando aire a la rueda de Rafa ya por sexta vez,
estuvimos durante unos minutos parados antes de retomar el paso hasta llegar a Pelayos
y desde allí a la gasolinera.
Nos incorporamos durante unos
metros a la M-501 para enlazar con la vía verde de Picadas con dirección a la
Presa, subiendo pegadillos por la carretera y bajando después hasta desviarnos
a la derecha para tomar el camino que transcurre por detrás del Safari-Park, que
tenía también unos tramos donde las bicis "culeaban" debido al barro.
Como la mañana iba
"fenomenal de hora", pues al pasar por una de las puertas del camino
del Molino de Rodeles....¡¡zas!!, otro pinchazo, ésta vez de Jose, con lo que
otra parada para arreglar pinchazo.
Continuamos el camino y llegamos
hasta la carretera M-507 a la altura del vivero, donde como ya era tardísimo
Eltiolavara, Jose, Transcastro y Horacio decidieron tomar la carretera hasta el
pueblo, mientras que Rafa continuó por camino cruzando la carretera y tomando un
trozo de camino entre viñas para incorporarse al antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox, por el que regresó al pueblo.
En una jornada que amaneció estupenda
para el mountain-bike, nos hemos "metido para las patas" un bonito
rutón de casi 64 kilómetros con un buen tramo inédito por la Cañada Real
Leonesa Oriental con la "única pega" de que al hacérsenos más dura
por el terreno y la lluvia que nos acompañó durante algún tiempo, además de tanto
pinchazo de unos y otros, nos fuimos muchísimo de hora llegando al pueblo a mas
de las dos y media de la tarde.
El domingo que viene....¡¡De
Madrid a Villa del Prado!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario