lunes, 9 de febrero de 2015

Domingo 8 de febrero de 2015 (Otra de senderitos)



A pesar de tanto frío que se anunciaba, con una temperatura de "ni frío ni calor" (0 grados), tres valientes nos dimos cita en la Plaza Mayor a la hora de siempre, Eltiolavara, Transcastro y Rafa.
Como es habitual en los días frescos, para entrar pronto en calor nada mejor que tirar "p'arriba", así que con ese fin salimos del pueblo por el camino de San Martín, donde en las primeras cuestas se nos unieron "Los Caracoles" Pablo y Jorge.
Llegamos a la primera de las puertas del camino y.........¡¡sorpresa!!. La puerta estaba cerrada con una cadena y candado, con un cartel de prohibido el paso por montería. Tras unos minutos de deliberaciones sobre saltar o no la puerta, Eltiolavara usó "sus contactos" para confirmar que la montería había sido el día anterior, así que una vez que tuvimos la seguridad de que no corríamos "peligro de ser cazados", pasamos las bicis y nosotros por encima de la puerta y continuamos la ruta.
Realizamos el ascenso a buen ritmillo, (por suerte la puerta de arriba no tenía cadena), con una breve paradita en el alto para que Transcastro se aligerara de prendas, ya que por el ascenso venía "sobrao" de calorías.
Continuamos por el camino de San Martín, aunque un poco más adelante nos desviamos a la derecha para tomar el cortafuegos que viene desde el cerro Corrales, por el que fuimos rodando hasta de nuevo al camino junto a la casa del abrevadero, y desde allí continuar hacia la Cañada de Talavera, la cual cruzamos para continuar por el cortafuegos con dirección a San Martín y salir al camino de Fuenfría.
Rodamos durante unos metros por el camino de Fuenfría, para girar después a la derecha con dirección hacia el alto de la Mira, aunque volvimos a girar a la izquierda para por un cortafuegos descender hasta el nacimiento del arroyo de Valdenoches, que coincide con el inicio de un bonito sendero entre las jaras y los pinos por el que descendimos hasta un camino y desde allí hasta la carretera M-541.
Nos incorporamos a la carretera para descender por ella durante un kilómetro y desviarnos a continuación a la izquierda para tomar un camino por el que continuar bajando hasta Pelayos, haciendo a los pocos metros la "parada barrita" de la jornada sentados al solecito sobre una piedra.
Tras reponer fuerzas, continuamos el descenso hasta Pelayos, cruzando bajo la carretera M-501 por un tubo, y continuando por unos senderos bordeando el pueblo hasta salir al GR-10 (el trazado del ferrocarril del Tiétar), que tomamos con dirección a San Martín durante unos metros desviándonos posteriormente a la derecha para tomar otro camino-sendero por el que continuamos en leve ascenso aunque continuo hasta salir al camino de Los Molinos, donde hicimos una paradita breve para dar aire a la rueda trasera de Rafa, que iba pinchada.
Minutos después continuamos la marcha por el camino de los molinos hasta salir a la carretera que va a la urbanización San Ramón, que atravesamos para realizar un recorrido por senderos y más senderos por los que que rodando también sobre lanchas de piedra fuimos ascendiendo por las faldas del cerro San Esteban.
Tras el ascenso algo técnico, llegaba el momento de disfrutar con la bajada, y para ello nos desviamos a la derecha por un sendero "de nuevo descubrimiento" y poco transitado por el que descendimos hasta enlazar con el sendero que baja paralelo a la carretera de San Esteban por el que continuamos bajando hasta el GR-10 (ferrocarril del Tiétar).
Nos incorporamos al GR-10, y pasando junto al Monasterio de Santa María la Real rodamos por el mismo durante un par de kilómetros hasta tomar un sendero que nos llevó hasta la gasolinera de Pelayos de la Presa, donde nos incorporamos durante unos metros a la carretera M-501 para poder enlazar con el sendero que transcurre por la falda del cerro del Cubo, y desde allí incorporarnos al inicio de la vía verde de Picadas.
Continuamos la marcha por la vía verde de Picadas, que recorrimos a buen ritmo con Pablo en cabeza hasta llegar a la presa, continuando después con la subida por la carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que va por detrás del Safari-Park y que nos llevó a salir a la carretera M-507 a la altura de El Rececho, donde cruzamos la misma para incorporarnos después al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, y regresar al pueblo.
Aunque la mañana empezó fresquita (aunque menos de lo esperado), al final se ha quedado una buena mañana de solecito y despejada. Nos ha salido una bonita ruta de unos 42 kilómetros con bastante senderito, incluyendo uno de nuevo descubrimiento que ahora están ideales para el descenso ¡¡¡y lo hemos disfrutado!!!.



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