A pesar de tanto frío que se
anunciaba, con una temperatura de "ni frío ni calor" (0 grados), tres
valientes nos dimos cita en la Plaza Mayor a la hora de siempre, Eltiolavara,
Transcastro y Rafa.
Como es habitual en los días
frescos, para entrar pronto en calor nada mejor que tirar "p'arriba",
así que con ese fin salimos del pueblo por el camino de San Martín, donde en
las primeras cuestas se nos unieron "Los Caracoles" Pablo y Jorge.
Llegamos a la primera de las
puertas del camino y.........¡¡sorpresa!!. La puerta estaba cerrada con una
cadena y candado, con un cartel de prohibido el paso por montería. Tras unos
minutos de deliberaciones sobre saltar o no la puerta, Eltiolavara usó
"sus contactos" para confirmar que la montería había sido el día
anterior, así que una vez que tuvimos la seguridad de que no corríamos "peligro
de ser cazados", pasamos las bicis y nosotros por encima de la puerta y
continuamos la ruta.
Realizamos el ascenso a buen
ritmillo, (por suerte la puerta de arriba no tenía cadena), con una breve
paradita en el alto para que Transcastro se aligerara de prendas, ya que por el
ascenso venía "sobrao" de calorías.
Continuamos por el camino de San
Martín, aunque un poco más adelante nos desviamos a la derecha para tomar el
cortafuegos que viene desde el cerro Corrales, por el que fuimos rodando hasta de
nuevo al camino junto a la casa del abrevadero, y desde allí continuar hacia la
Cañada de Talavera, la cual cruzamos para continuar por el cortafuegos con
dirección a San Martín y salir al camino de Fuenfría.
Rodamos durante unos metros por
el camino de Fuenfría, para girar después a la derecha con dirección hacia el
alto de la Mira, aunque volvimos a girar a la izquierda para por un cortafuegos
descender hasta el nacimiento del arroyo de Valdenoches, que coincide con el
inicio de un bonito sendero entre las jaras y los pinos por el que descendimos
hasta un camino y desde allí hasta la carretera M-541.
Nos incorporamos a la carretera
para descender por ella durante un kilómetro y desviarnos a continuación a la
izquierda para tomar un camino por el que continuar bajando hasta Pelayos,
haciendo a los pocos metros la "parada barrita" de la jornada
sentados al solecito sobre una piedra.
Tras reponer fuerzas, continuamos
el descenso hasta Pelayos, cruzando bajo la carretera M-501 por un tubo, y
continuando por unos senderos bordeando el pueblo hasta salir al GR-10 (el
trazado del ferrocarril del Tiétar), que tomamos con dirección a San Martín
durante unos metros desviándonos posteriormente a la derecha para tomar otro
camino-sendero por el que continuamos en leve ascenso aunque continuo hasta
salir al camino de Los Molinos, donde hicimos una paradita breve para dar aire
a la rueda trasera de Rafa, que iba pinchada.
Minutos después continuamos la
marcha por el camino de los molinos hasta salir a la carretera que va a la
urbanización San Ramón, que atravesamos para realizar un recorrido por senderos
y más senderos por los que que rodando también sobre lanchas de piedra fuimos
ascendiendo por las faldas del cerro San Esteban.
Tras el ascenso algo técnico,
llegaba el momento de disfrutar con la bajada, y para ello nos desviamos a la
derecha por un sendero "de nuevo descubrimiento" y poco transitado por
el que descendimos hasta enlazar con el sendero que baja paralelo a la
carretera de San Esteban por el que continuamos bajando hasta el GR-10
(ferrocarril del Tiétar).
Nos incorporamos al GR-10, y
pasando junto al Monasterio de Santa María la Real rodamos por el mismo durante
un par de kilómetros hasta tomar un sendero que nos llevó hasta la gasolinera
de Pelayos de la Presa, donde nos incorporamos durante unos metros a la
carretera M-501 para poder enlazar con el sendero que transcurre por la falda
del cerro del Cubo, y desde allí incorporarnos al inicio de la vía verde de
Picadas.
Continuamos la
marcha por la vía verde de Picadas, que recorrimos a buen ritmo con Pablo en
cabeza hasta llegar a la presa, continuando después con la subida por la
carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que va por detrás
del Safari-Park y que nos llevó a salir a la carretera M-507 a la altura de El
Rececho, donde cruzamos la misma para incorporarnos después al antiguo trazado
del ferrocarril Madrid-Almorox, y regresar al pueblo.
Aunque la mañana
empezó fresquita (aunque menos de lo esperado), al final se ha quedado una buena
mañana de solecito y despejada. Nos ha salido una bonita ruta de unos 42
kilómetros con bastante senderito, incluyendo uno de nuevo descubrimiento que
ahora están ideales para el descenso ¡¡¡y lo hemos disfrutado!!!.
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