Otro nuevo domingo para pedalear
en el que a las nueve en la Plaza Mayor nos hemos juntado Eltiolavara,
Senderitos, Edu, Javichy y Rafa por el Club, uniéndose al grupo Juanra
"Molina" y Paco "el Máquina".
Con el fin de evitar el calor que
se preveía, decidimos hacer una ruta hacia los pinares de Cadalso, para poder rodar
"a la sombrita" buena parte de la ruta. Comenzamos el recorrido
saliendo del pueblo por el camino del Gurugú, donde a pesar de ser solamente
las nueve y algo el sol ya se hacía notar.
Cada cual a su ritmo fuimos
realizando la subida, llegando sin ningún problema a reseñar hasta la Cañada de
Talavera, donde giramos a la izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada
y más adelante desviarnos a la izquierda para pasar el paso canadiense y
continuar por la Cañada para bajar casi hasta la carretera M-507.
Poco antes de llegar a la
carretera nos desviamos a la derecha para por un camino entre los pinos bajar
hasta la N-403, que tras pasar las bicis por encima de una puerta tuvimos que
cruzar para proseguir la ruta por el pinar de Cadalso, donde anduvimos perdidos
durante un rato buscando el camino correcto.
Tras un poco de investigación
dimos nos pusimos en la ruta correcta, bajando por lo que el año pasado era un
cortafuegos y ahora está desaparecido bajo el pasto hasta llegar al arroyo
Labros, y tras cruzar, comenzar la subida hacia Cadalso de los Vidrios por el
camino del Canto del Agua.
Pasando por delante de la Peña
Muniana, llegamos a Cadalso, donde a petición de Javichy nos dirigimos a
repostar agua a la plaza del pueblo, dándonos ya de paso unos minutillos de
relax.
Proseguimos la ruta volviendo
sobre nuestros pasos y nos dirigimos hacia la peña para bordearla y pasando
junto al camping de Cadalso llegar hasta la carretera M-541, la cual cruzamos
para internarnos en el pinar buscando el bonito sendero que recorre la parte
alta del valle del arroyo del Boquerón, por el que descendimos hasta la vía
pecuaria del Boquerón.
Cruzamos a continuación la carretera
M-541 para transitar en paralelo a la N-403 y a continuación tomarla durante
unos metros para dirigirnos hacia la Cañada de Talavera y regresar al pueblo
bajando por el camino del Gurugú por el que habíamos iniciado la ruta.
Otra mañana muy calurosa en
la que nos ha salido una bonita ruta de unos 38 kilómetros y en la que al
llegar al pueblo mientras algunos "huyeron", otros pudimos
"refrescar la garganta" con una jarrita de cerveza que bien nos
habíamos ganado.
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