De nuevo con previsión de buena climatología, nos hemos dado cita en la Plaza Mayor un buen grupo compuesto por Eltiolavara, Alberto, David, Juancar, Rober, Gabri, Horacio y Rafa.
Tras bastante tiempo sin ir por allí, decidimos visitar la Peña de Cenicientos, para lo que abandonamos el pueblo por el antiguo camino de Villa del Prado a San Martín de Valdeiglesias, para tomar posteriormente la Cañada de Talavera y enlazar a continuación con la carretera M-541 hasta Cadalso de los Vidrios y desde allí rodar por asfalto en dirección a Cenicientos hasta llegar a "los pies" de la Peña de Cenicientos, donde tomamos el camino de la Alberca para hacer frente a algunas rampas de más del 20% que nos pusieron bien "a tono".
Y cuál fue nuestra sorpresa al llegar arriba cuando nos encontramos a nuestro amigo Alejandro, un chico que conocimos hace cuatro años allí mismo y que nos enseñó el sendero de bajada de la Peña por la cara sur que hasta ese momento no conocíamos y por el que descendemos cada vez que visitamos la Peña.
Así que tras charlar unos minutos con él y su compañía nos hicimos unas fotitos de recuerdo y emprendimos el regreso al pueblo, descendiendo por el mencionado sendero hasta Cenicientos y tomando allí el camino (más bien sendero) de Piedraescrita, por el que de nuevo disfrutamos otro rato.
A continuación nos dirigimos hacia la Cañada de Talavera para llegar hasta El Encinar del Alberche y realizar desde allí el descenso final hasta el pueblo por la carretera M-507 tras realizar una ruta exigente de casi 49 kilómetros con más de 1.200 metros de desnivel acumulado.